El Banco Central Europeo (BCE) impulsa el euro digital como complemento al efectivo físico, según una entrevista publicada hoy con Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo, en el medio báltico Delfi (29 de septiembre de 2025). El proyecto, en fase de preparación desde noviembre de 2023, busca garantizar pagos digitales soberanos en la zona euro. La selección de proveedores anunciada el 2 de octubre de 2025 confirma avances técnicos, según fuentes del BCE y el Banco Central de Irlanda.
¿Por qué un euro digital?
La digitalización de los pagos reduce el uso del efectivo, que no sirve para compras en línea o pagos remotos. Según el BCE:
- El comercio electrónico representa un tercio de las transacciones diarias.
- Dos tercios de los países de la zona euro carecen de soluciones nacionales de pago con tarjeta.
- Todos dependen de esquemas internacionales para pagos transfronterizos.
El euro digital será gratuito, universal y accesible en toda la zona euro, cubriendo:
- Pagos en puntos de venta (POS).
- Comercio electrónico.
- Transferencias entre personas (P2P).
- Pagos gubernamentales.
Por ejemplo, Estonia no tiene billeteras digitales nacionales, y Alemania usa PayPal para pagos en línea, mientras España (Bizum) y Países Bajos (iDEAL) son excepciones.
Privacidad y funcionamiento
El euro digital prioriza la privacidad bajo normativas europeas. En modo offline, las transacciones serán anónimas, registradas solo entre pagador y receptor. En línea, el BCE solo verá importes y códigos encriptados, sin identificar a los usuarios. Los bancos gestionarán verificaciones contra el blanqueo de capitales. Auditorías independientes, según Forbes (marzo de 2025) y Polytechnique Insights (mayo de 2025), descartan riesgos de vigilancia masiva.
Los usuarios accederán al euro digital vía bancos o proveedores de servicios de pago (PSP) en dos formatos:
- Transferencia previa a una billetera digital.
- Vinculación directa para pagos instantáneos.
La función offline permitirá transacciones sin conexión, similares al efectivo, con límites máximos aún por definir legislativamente.
Estado actual del proyecto
El desarrollo técnico avanza, pero la emisión depende de la legislación europea. Claves del proceso:
- 28 de junio de 2023: Propuesta inicial de la Comisión Europea.
- Septiembre de 2025: Acuerdo sobre el límite de tenencia bajo la presidencia danesa del Consejo de la UE.
- 24 de octubre de 2025: Presentación de la propuesta en el Parlamento Europeo.
- Mayo de 2026: Posición final del Parlamento, seguida de un trilógico de 3 a 6 meses.
El BCE decidirá en octubre de 2025 si pasa a la siguiente fase, según su tercer informe de progreso y Reuters. Proveedores como Almaviva, Fabrick, Feedzai (IA de seguridad) y Giesecke+Devrient (offline) ya están seleccionados.
Beneficios para bancos y comercios
El euro digital reducirá costos al eliminar comisiones a esquemas privados como Visa o Mastercard. Beneficios incluyen:
- Bancos: Remuneración por incorporación y verificaciones.
- Comercios: Tasas más bajas y estándares simplificados para operaciones multinacionales.
Cipollone destaca: «El dinero ahorrado se trasladará a comercios (tasas menores) y bancos, además de su remuneración actual.»
El efectivo no desaparecerá
El BCE refuerza el estatus del efectivo como moneda de curso legal y ha lanzado un concurso para rediseñar billetes. Cipollone subraya: «Queremos que el efectivo prospere en forma física y digital.» Esto beneficia a grupos vulnerables, como personas mayores, asegurando inclusión financiera.
Impacto para los europeos
El euro digital promete:
- Pagos más baratos y privados en toda la zona euro.
- Menor dependencia de proveedores no europeos.
- Resiliencia ante interrupciones o riesgos geopolíticos.
Detalles como límites offline o incentivos exactos esperan legislación final. Con un billón de transacciones diarias posibles, según el Hub de Innovación del BIS, el euro digital apunta a fortalecer la soberanía monetaria europea.