miércoles 15, octubre , 2025

Trump amenaza con aranceles del 100% a China por restricciones en tierras raras y luego anuncia posible resolución pacífica

Donald Trump advierte sobre aranceles del 100% a China por las tierras raras, aunque señala disposición a resolver el conflicto de forma diplomática.

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Washington, 13 de octubre de 2025El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensificó las tensiones comerciales con China al amenazar con aranceles del 100% sobre todas las importaciones chinas en respuesta a nuevos controles de exportación de minerales de tierras raras impuestos por Pekín. Sin embargo, apenas 48 horas después, Trump moderó su tono en una publicación en su red social Truth Social, afirmando que las fricciones con el presidente chino Xi Jinping son «temporales» y se resolverán «pacíficamente» sin mayores perjuicios económicos. Esta secuencia de eventos, ocurrida en el marco de la cumbre APEC en Corea del Sur, ha generado volatilidad en los mercados globales y reavivado temores de una guerra comercial renovada.

Los minerales de tierras raras, como el neodimio y el disprosio, son esenciales para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, semiconductores y equipos de defensa. China domina su producción mundial en un 70-90%, lo que hace que sus restricciones representen un riesgo significativo para las cadenas de suministro estadounidenses. Estas medidas se enmarcan en una disputa comercial que data de 2018, cuando Trump impuso aranceles iniciales del 25% sobre productos chinos, culminando en un acuerdo parcial en 2020. La escalada actual surge en un contexto de tensiones geopolíticas crecientes, incluyendo restricciones estadounidenses a exportaciones de tecnología de inteligencia artificial.

La cronología de los hechos comenzó el jueves 9 de octubre de 2025, cuando el gobierno chino anunció controles más estrictos sobre las exportaciones de estos minerales, requiriendo aprobaciones gubernamentales para envíos a empresas extranjeras. Pekín justificó la medida como «esencial para la seguridad nacional», citando presiones externas sobre su soberanía tecnológica. Al día siguiente, el viernes 10 de octubre, Trump respondió desde la Casa Blanca con una declaración en Truth Social, acusando a China de un «movimiento hostil» y anunciando aranceles del 100% adicionales –sobre los existentes, que ya elevan el promedio a 25-40% en muchos bienes– efectivos a partir del 1 de noviembre de 2025, o antes si Pekín no revierte sus acciones. Trump también insinuó cancelar una reunión bilateral con Xi Jinping programada para la cumbre APEC en Busan, Corea del Sur, del 15 al 16 de noviembre.

Esta amenaza provocó una reacción inmediata en los mercados. Las bolsas asiáticas registraron caídas pronunciadas el viernes: el índice Hang Seng de Hong Kong descendió un 3,49%, mientras que el Nikkei de Japón cayó un 2,1%. En Estados Unidos, el S&P 500 invirtió ganancias y cerró con una baja del 0,7%, con sectores tecnológicos como Nvidia y Apple sufriendo pérdidas del 1,5-1,8%. Los futuros del Dow Jones, por su parte, saltaron casi 400 puntos el domingo tras el mensaje conciliador de Trump. El oro, como activo refugio, alcanzó un récord de 4.060 dólares por onza, un alza del 2% en 24 horas. Respecto a las liquidaciones en criptomonedas, reportes iniciales mencionan cifras cercanas a 19.300 millones de dólares, pero no han sido confirmadas de manera uniforme por fuentes independientes, lo que sugiere volatilidad extrema sin datos consolidados.

El domingo 12 de octubre, Trump publicó en Truth Social un mensaje de distensión: «No se preocupen por China, todo estará bien», caracterizando las restricciones chinas como un «mal momento» de Xi Jinping y elogiándolo como un líder «altamente respetado». Aunque no retiró explícitamente la amenaza de aranceles, enfatizó que Estados Unidos busca «ayudar a China, no dañarla», y dejó abierta la puerta a negociaciones. Esta táctica de «brinkmanship» –juego al borde del abismo– recuerda a la fase de 2018-2019, cuando amenazas similares llevaron a concesiones parciales sin un colapso total del comercio bilateral, que supera los 500.000 millones de dólares anuales en importaciones estadounidenses desde China.

China, por su parte, rechazó las acusaciones de Trump el sábado 11 de octubre, calificando los aranceles propuestos como «hipócritas» y defendiendo sus controles como «legítimos» para proteger recursos estratégicos. Un portavoz del Ministerio de Comercio chino advirtió de «consecuencias graves» en caso de escalada, pero no detalló represalias inmediatas, como boicots a productos agrícolas o aeronaves estadounidenses. Fuentes del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) indican que Pekín podría estar midiendo el impacto en su propia economía, ya que las exportaciones de tierras raras generan alrededor de 5.000 millones de dólares anuales.

Expertos en comercio internacional ven en esta secuencia una estrategia negociadora de Trump para forzar concesiones en temas como el acceso a minerales y la propiedad intelectual. «Las tensiones son temporales y se resolverán pacíficamente», escribió Trump, en una cita que refleja su optimismo habitual. Sin embargo, analistas del Atlantic Council advierten que una implementación real de los aranceles podría elevar la inflación en EE.UU. en hasta 1-2 puntos porcentuales y agravar escaseces en la industria tecnológica, dado que el 80% de las tierras raras procesadas en EE.UU. provienen de China. No hay discrepancias mayores en las fechas o cifras clave entre reportes de Reuters y Al Jazeera, aunque algunos detalles sobre el impacto en criptoactivos permanecen sin verificación cruzada.

A medida que los mercados asiáticos abren este lunes 13 de octubre, los inversores monitorean señales de diálogo previo a la cumbre APEC. Si no hay avances, la diversificación de suministros –como las minas en California y Australia– podría acelerarse, beneficiando a productores no chinos. Por ahora, el episodio subraya la fragilidad de las cadenas globales en un mundo interconectado.

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