Washington, D.C., 10 de octubre de 2025 – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes la imposición de aranceles adicionales del 100% sobre todos los bienes importados desde China, una medida que entrará en vigor a partir del 1 de noviembre de 2025. Esta decisión representa una escalada significativa en las tensiones comerciales entre las dos mayores economías del mundo y responde directamente a las recientes restricciones chinas sobre exportaciones de minerales de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica y manufacturera.
El anuncio se realizó a través de un mensaje en la red social Truth Social de Trump, donde calificó las acciones de Beijing como «extremadamente agresivas» y «hostiles». Según el mandatario, China busca «mantener al mundo cautivo» mediante controles de exportación no solo sobre sus propios productos, sino también sobre bienes de terceros. Además de los aranceles, EE.UU. implementará controles de exportación sobre «cualquier software crítico», incluyendo tecnologías de nube e inteligencia artificial, lo que podría afectar severamente a la industria tecnológica china. Trump también amenazó con cancelar una cumbre prevista con el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur, a finales de octubre, durante la reunión de líderes del APEC, afirmando que «no hay razón» para el encuentro.
Antecedentes de la Escalada
Las tensiones comerciales entre EE.UU. y China no son nuevas. Durante el primer mandato de Trump (2017-2021), se impusieron aranceles mutuos que afectaron miles de millones en comercio bilateral. En 2025, tras el regreso de Trump a la Casa Blanca, las fricciones se reavivaron con tarifas iniciales del 10% recíprocas, más un 20% adicional por preocupaciones relacionadas con el tráfico de fentanilo, y hasta 50% en sectores como acero y aluminio, resultando en una tasa efectiva promedio de alrededor del 40%. En mayo de 2025, ambos países acordaron una tregua temporal para reducir tarifas triples, pero esta expiraba el 10 de noviembre.
La gota que colmó el vaso fue el anuncio chino, horas antes del mensaje de Trump, de restricciones a las exportaciones de minerales de tierras raras, que incluyen imanes y materiales crudos vitales para baterías, semiconductores y vehículos eléctricos. China controla aproximadamente el 80% del suministro global de estos recursos. Según datos verificados, las importaciones chinas a EE.UU. ya habían caído un 19% en los primeros siete meses de 2025, de $239 mil millones en 2024 a $194 mil millones en 2025. Esta reducción refleja el impacto acumulado de medidas previas.
Información contrastada en fuentes confiables como Reuters y BBC confirma que los nuevos aranceles se aplicarán «por encima de cualquier tarifa que actualmente estén pagando», elevando las tasas efectivas en algunos sectores a más del 145%. No se observan discrepancias en los detalles principales, aunque algunos analistas, como los de Axios, destacan que China podría tener un «umbral de dolor más alto» debido a ciclos previos de escalada.
Impactos Inmediatos en los Mercados y la Economía
La reacción en los mercados financieros fue inmediata y drástica. El índice S&P 500 cayó un 2%, la mayor baja en un día desde abril de 2025, borrando aproximadamente $1.65 billones en valor bursátil estadounidense. Acciones de sectores tecnológicos y manufactureros, dependientes de cadenas de suministro chinas, lideraron las pérdidas. En el mercado de criptomonedas, se liquidaron posiciones por más de $19 mil millones, con Bitcoin cayendo un 11% por debajo de los $110.000 y Ethereum un 15%.
Expertos advierten de disrupciones en cadenas de suministro globales, que podrían elevar costos para consumidores estadounidenses y afectar industrias como la automotriz y la electrónica. El comercio bilateral, que superó los $658 mil millones en 2024, podría paralizarse aún más. Analistas de Harris Financial Group, citados en reportes, ven potencial para negociaciones antes del 1 de noviembre, pero destacan riesgos de una crisis financiera global si China acelera un «orden comercial alternativo» con el Sur Global.
Reacciones Internacionales y de China
Beijing respondió rápidamente. El embajador chino en Colombia, Zhu Jingyang, confirmó en X (anteriormente Twitter) que China aplicará «tarifas especiales» a buques estadounidenses desde el 14 de octubre, en represalia a medidas similares de EE.UU. El Ministerio de Transporte chino ya había anunciado tasas portuarias adicionales, intensificando la reciprocidad.
En X, la noticia generó miles de comentarios. Usuarios como @nachomdeo vincularon la medida a presiones sobre Taiwán para trasladar producción de chips a EE.UU., mientras @healthy_pockets alertó sobre una «sangría» económica global. No hay información disponible sobre reacciones oficiales de la Unión Europea o Latinoamérica, aunque expertos predicen que la UE podría seguir con medidas recíprocas, dada su exposición a excedentes chinos.
Una cita breve de Trump resume su postura: «No hay razón para reunirme con Xi en tres semanas».
Escenarios Futuros y Riesgos
Si la cumbre Trump-Xi se realiza, podría desescalar las tensiones; de lo contrario, se anticipa una guerra comercial que trascienda lo económico, impactando la estabilidad global. Economistas destacan que China podría desviar excedentes a mercados como la UE y Latinoamérica, reduciendo precios pero afectando empleo local. No hay versiones conflictivas sobre el anuncio, pero si surge nueva información contradictoria, se actualizará.
Esta escalada subraya la fragilidad del comercio internacional. Para lectores interesados en mitigar impactos, monitorear actualizaciones de fuentes como el Departamento de Comercio de EE.UU. o la Organización Mundial del Comercio es recomendable. El futuro depende de negociaciones diplomáticas, con plazos críticos en las próximas semanas.