La Unión Europea está considerando acelerar su independencia energética de Rusia, con una propuesta que podría adelantar en un año la eliminación gradual del gas natural licuado (GNL) ruso. Esta iniciativa se presenta hoy, 19 de septiembre de 2025, en medio de tensiones geopolíticas persistentes y esfuerzos por diversificar las fuentes de energía.
¿Qué implica la propuesta de la UE para eliminar el GNL Ruso?
La Comisión Europea evalúa una medida que aceleraría la fase de eliminación del GNL procedente de Rusia, originalmente prevista para finales de 2027. Según fuentes oficiales, esta propuesta busca reducir la dependencia de las importaciones rusas un año antes, potencialmente para finales de 2026. Esta decisión surge en respuesta a la continua inestabilidad en el mercado energético global, agravada por el conflicto en Ucrania.
La propuesta incluye mecanismos para prohibir la recarga de GNL ruso en puertos europeos, limitando así su transbordo a terceros países. Esto forma parte de un paquete más amplio de sanciones, el decimoquinto desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania en 2022. La presentación de hoy en Bruselas podría marcar un hito en la política energética de la UE, priorizando la seguridad y la sostenibilidad.

Las acciones de Gazprom ($GAZP) han caído un 69% desde su pico de 397.64 RUB en 2021, cotizando actualmente en torno a 122-123 RUB (1 USD) debido a sanciones de la UE y EE.UU., que han reducido drásticamente las exportaciones de gas a Europa, un déficit de 1.1 billones de RUB en 2024, la depreciación del rublo y desafíos en la expansión a Asia, como el costoso proyecto Power of Siberia 2, generando incertidumbre entre inversores pese a ganancias domésticas.
Razones detrás de la aceleración en la eliminación del GNL Ruso
Varios factores impulsan esta aceleración:
- Presión geopolítica: La UE ha impuesto múltiples rondas de sanciones contra Rusia, y el GNL representa uno de los últimos lazos energéticos significativos. En 2024, las importaciones de GNL ruso alcanzaron alrededor del 15% del total de la UE, una reducción desde el 45% preconflicto, pero aún considerable.
- Diversificación de suministros: Países como Estados Unidos, Qatar y Noruega han aumentado sus exportaciones a Europa, permitiendo una transición más rápida. Terminales de regasificación en Alemania y Países Bajos han facilitado esta shift.
- Objetivos climáticos: La UE apunta a reducir las emisiones de carbono, y aunque el GNL es una fuente transicional, su origen ruso plantea riesgos éticos y ambientales.
Esta propuesta requiere la aprobación unánime de los 27 estados miembros, lo que podría generar debates, especialmente en naciones como Hungría y Eslovaquia, que mantienen lazos energéticos con Rusia.
Impactos potenciales en el mercado energético Europeo
Si se aprueba, la eliminación anticipada podría tener repercusiones significativas:
- Precios del gas: Analistas prevén un posible aumento temporal en los precios del GNL en Europa, aunque la oferta global abundante podría mitigar esto. En agosto de 2025, los precios del gas en el hub TTF de Países Bajos se situaban en torno a los 35 euros por MWh, estables gracias a reservas llenas.
- Seguridad energética: La medida fortalecería la resiliencia de la UE ante interrupciones en el suministro ruso, promoviendo inversiones en renovables y hidrógeno.
- Relaciones internacionales: Rusia, que depende de las exportaciones de energía para financiar su economía, podría enfrentar pérdidas estimadas en miles de millones de euros. Esto podría intensificar las tensiones con Moscú.
Expertos como los del think tank Bruegel destacan que esta aceleración es factible gracias a la reducción del 60% en las importaciones rusas desde 2022, pero advierten sobre la necesidad de coordinar con aliados globales para evitar escaseces.
Reacciones y próximos pasos en la propuesta de la UE
La presentación de hoy ha generado reacciones mixtas. Organizaciones ambientales como Greenpeace aplauden la medida como un paso hacia la descarbonización, mientras que la industria energética europea, representada por Eurogas, expresa preocupación por la volatilidad en los mercados.
Los próximos pasos incluyen discusiones en el Consejo Europeo, con una posible votación en las próximas semanas. Si se adopta, la implementación comenzaría de inmediato, con monitoreo para asegurar el cumplimiento.
Esta iniciativa subraya el compromiso de la UE con una transición energética verde y segura, alejándose de dependencias riesgosas en un contexto de incertidumbre global.