La agencia Fitch Ratings ha rebajado la calificación crediticia de Francia de AA- a A+, el nivel más bajo en la historia reciente del país. Esta decisión, anunciada el 12 de septiembre, intensifica las preocupaciones sobre la deuda pública, que supera el 110% del PIB, en un contexto de inestabilidad política y un déficit fiscal elevado. El nuevo primer ministro, Sébastien Lecornu, enfrenta un desafío crítico para estabilizar las finanzas públicas mientras negocia un presupuesto en un Parlamento fragmentado.
Razones de la Rebaja de Fitch
Fitch justificó la rebaja con varios factores clave que agravan la situación fiscal de Francia:
- Inestabilidad política: La reciente moción de censura que derrocó al ex primer ministro François Bayrou y la polarización tras las elecciones legislativas de 2024 dificultan la implementación de reformas.
- Deuda en aumento: Fitch proyecta que la deuda pública alcanzará el 121% del PIB en 2027, desde el 113,2% en 2024, debido a un déficit fiscal crónico.
- Falta de consolidación fiscal: Francia no ha registrado un superávit fiscal primario desde 2001 y supera el límite del 3% del PIB establecido por la UE.
- Shocks económicos previos: La pandemia de COVID-19 y la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania han disparado el endeudamiento.

Impacto en los Mercados
La rebaja a A+, que iguala a Francia con Bélgica, tiene implicaciones inmediatas:
- Alza en los costos de financiación: Los rendimientos de los bonos franceses a 10 años subieron al 3,47%, acercándose a los de Italia.
- Riesgo de ventas de bonos: Inversores institucionales, como fondos de pensiones, podrían verse obligados a vender bonos franceses debido a restricciones de calificación.
- Presión sobre otras agencias: La decisión de Fitch podría influir en Moody’s y S&P Global, que revisarán sus calificaciones en los próximos meses.
Desafíos para el Gobierno de Lecornu
El nuevo primer ministro enfrenta un panorama complejo:
- Parlamento fragmentado: La aprobación del presupuesto de 2026, que debe presentarse antes del 7 de octubre, será difícil en un contexto de división política
. - Reformas impopulares: Medidas como la reforma de pensiones de 2023 han generado protestas, y nuevas iniciativas de austeridad podrían intensificar el descontento social.
- Negociaciones delicadas: Lecornu podría necesitar concesiones, como impuestos más altos o revisar reformas, para obtener apoyo de partidos como los socialistas.
Reacciones y Perspectivas
La rebaja ha generado reacciones notables:
- François Bayrou (ex primer ministro): En X, señaló que Francia «pagará el precio» por no abordar su situación fiscal.
- Protestas sociales: Grupos sindicales han convocado huelgas generales contra posibles medidas de austeridad.
- Proyecciones económicas: El INSEE estima un crecimiento del 0,8% para 2025, insuficiente para reducir la relación deuda/PIB.
Fitch mantiene una perspectiva estable, pero advierte que sin reformas estructurales, la situación podría deteriorarse. La Unión Europea, que ha incluido a Francia en un procedimiento por déficit excesivo, podría imponer sanciones si no se toman medidas correctivas.
Hacia un Futuro Incierto
Francia debe equilibrar disciplina fiscal, crecimiento económico y cohesión social en un contexto de presiones internas y externas:
- Transición energética: Las inversiones en tecnología verde son esenciales, pero requieren fondos significativos.
- Confianza de los mercados: Mantener la credibilidad ante inversores es crucial para evitar un aumento en los costos de endeudamiento.
- Elecciones de 2027: La inestabilidad política podría complicar la gobernabilidad de cara a los comicios presidenciales.
La rebaja de Fitch pone a prueba la capacidad de Francia para navegar este delicado panorama. Sin un plan claro para reducir el déficit fiscal y controlar la deuda pública, el país arriesga mayores tensiones con la UE y los mercados financieros.